/Fuente: IPSOAR/

Se llevará a cabo este miércoles, 16 de julio, desde la 12 en el Edificio Karacachoff de la UNLP. El acceso es libre y gratuito y contará con el aporte de expertos en cada una de las temáticas.
El Área de Salud del Instituto de Políticas Sociales para Argentina (IPSOAR) junto con la dirección de Salud de la Universidad Nacional de La Plata realizarán, este miércoles 16 de julio a las 12 horas, una jornada sobre salud mental en el equipo sanitario y en la comunidad.
El síndrome de Burnout en el equipo de salud, el abuso de pantallas en la infancia y el uso problemático de sustancias y tecnologías digitales figuran entre los temas eje del encuentro.
La participación puede ser virtual o presencial, en el Centro de Convenciones Sergio Karakachoff de la UNLP (calle 48 Nº 566 – Aula 106, La Plata), la entrada es libre y gratuita (cupos limitados) y, para inscribirse, sólo es necesario completar los datos del siguiente formulario https://ipsoar.org.ar/limesurvey/index.php/376978?newtest=Y&lang=es-AR.
En un presente signado por la violencia, el uso abusivo de sustancias y tecnologías digitales, IPSOAR y la UNLP se unieron para generar una jornada de reflexión y debate bajo el título “Desafíos presentes y futuros para una sociedad en crisis”. Contará con la participación de prestigiosos y prestigiosas panelistas, entre ellas, la médica psiquiatra y psicóloga, Silvia Bentolila, quien abordará, a partir de las 12.30 horas, la “Salud mental de los equipos de salud en los ámbitos de trabajo – Problemáticas, experiencias y estrategias”. De ese mismo panel también participarán referentes de tres gremios vinculados al sistema sanitario: CICOP, AMRA y el Sindicato de Salud Pública.
El segundo panel, previsto para las 14.30, se ocupará de la “Salud mental comunitaria – Adicciones, desafíos y dilemas”. Abordarán el tema, la licenciada en psicología Anabella Serventi, quien hará foco en “Ludopatía en la era digital”. En tanto, sobre el “Consumo de sustancias. Abordaje desde el territorio”, disertará la trabajadora social Claudia Saavedra. El cierre estará a cargo del neurólogo infantil Mauricio Pedersoli, director del programa “Adictos en pañales”, quien hará una ponencia sobre los problemas que genera la exposición temprana de niños y niñas a las pantallas y ofrecerá alternativas para prevenirlos.
Durante la jornada estarán presentes el presidente de IPSOAR, Patricio Alarcón; el coordinador de IPSOAR Salud, Gonzalo Hernández y el prosecretario de Salud de la UNLP, Manuel Fonseca.
“Este encuentro sobre salud mental se suma a las intervenciones comunitarias que venimos haciendo desde el Instituto para prevenir enfermedades prevalentes y ofrecer herramientas concretas que mejoren la práctica diaria del equipo de salud y también de la comunidad”, explicó Gonzalo Hernández, médico y coordinador de IPSOAR Salud.
En ese sentido, el presidente de IPSOAR, Patricio Alarcón, señaló que “es clave contar con la participación de usuarios, usuarias y miembros del sistema sanitario para abordar la salud mental como construcción colectiva”. Durante el encuentro, agregó, “se abordarán y debatirán los padecimientos de salud mental que más crecieron en los últimos años, como el Burnout y los consumos problemáticos”.
Cada vez más “quemados”
El síndrome de Burnout, un padecimiento de salud mental muy frecuente en personal de salud, es consecuencia del estrés crónico, sostenido y progresivo. La psiquiatra Silvia Bentolila, experta en el tema, quien hablará de la situación actual en la jornada de IPSOAR, adelantó que el conjunto de síntomas que caracteriza a ese síndrome implica notables riesgos para quienes lo padecen y para los usuarios y usuarias del sistema sanitario.
“La cantidad de personal de salud con Burnout ya era gravísimo antes de la pandemia, durante la pandemia se acrecentó, y la falta de reconocimiento y de estrategias de cuidado para un colectivo de trabajadores que estuvo tan expuesto a situaciones claramente amenazantes generó más desesperanza, más abulia, menos entusiasmo, es decir, promovió signos y síntomas que conducen a mayores niveles de Burnout”, explica Bentolila.
La especialista destacó que, si bien este crecimiento es un fenómeno mundial, “en nuestro país, la actual precarización, la falta de reconocimiento y el pluriempleo de quienes integran los equipos son factores que están contribuyendo a acelerar los procesos de deterioro de la salud mental del personal de sanitario”.
Consumos problemáticos
Frente a la creciente prevalencia de consumos problemáticos, tanto de sustancias como de tecnologías digitales y apuestas online tres especialistas convocadas por IPSOAR ofrecerán sus análisis, experiencias en ámbitos locales, posibles causas y alternativas de prevención e intervenciones.
Según UNICEF, 8 de cada 10 adolescentes accedieron o conocen a alguien que apostó de manera online y entre ellos, un 37% ingresa a sitios de apuestas con frecuencia o, incluso, a diario. La ludopatía online o ciberludopatía es un tema que genera cada vez más preocupación por la cantidad de personas afectadas y por las consecuencias que desencadena.
“Este tipo de apuestas empiezan a una edad cada vez más temprana y hoy se considera un trastorno del comportamiento”, precisó la psicóloga y especialista en psicoeducación, Anabella Serventi. Explicó que en Argentina el juego de azar está prohibido para menores de 18 años pero, a través de los dispositivos móviles, hoy es muy fácil convertirse en usuario, aun no teniendo la edad mínima permitida para su acceso.
Según Serventi, “los observatorios sobre esta temática advierten que el 80% de los ingresos a sitios de apuestas online desde Argentina se hacen a plataformas ilegales”. Agregó, asimismo, que la ley 26.934 establece que en nuestro país el tratamiento para la ludopatía debe ser gratuito y, por eso, cada jurisdicción debe contar con líneas de atención especializadas para brindar orientación e informar sobre los dispositivos a los que se puede acudir en hospitales públicos.
Sobre el consumo problemático de sustancias, la trabajadora social Claudia Saavedra, que se desempeña en el subsector público de la Salud, aportará su experiencia de trabajo en barrios de la provincia de Buenos Aires y ofrecerá algunos ejes y estrategias para un abordaje que contemple las trayectorias de vida.
“Es importante considerar el escenario actual en los territorios, con una notable ausencia de Estado en cuanto a acompañamiento de derechos, y un arrasamiento de las condiciones materiales, por lo tanto, hay una realidad en cuanto a la supervivencia que arrasa”, adelantó Saavedra. Y agregó que el consumo entre las juventudes “muchas veces se relaciona con pertenecer, satisfacer una necesidad en forma inmediata, obtener algo de placer y tolerar un montón de situaciones adversas que los y las jóvenes tienen que tolerar en el cotidiano”. Por lo tanto, más allá de la sustancia o la frecuencia de uso, desde su perspectiva, lo importante es “comprender que el consumo problemático aparece como un síntoma que nos muestra que algo de fondo está pasando”.
Adictos en pañales
El cierre de la jornada estará enfocado en los niños y niñas, y en los problemas de salud mental que están provocando en las infancias el abuso de pantallas desde muy temprana edad.
Para abordar el tema, participará el pediatra y neurólogo infantil, Mauricio Pedersoli, creador del programa “Adictos en Pañales”. El especialista advierte que recibe cada vez más consultas sobre síntomas propios de un Trastorno del Espectro Autista (TEA) pero que, en realidad, se relacionan con el excesivo uso de pantallas en la primera infancia.
La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños y niñas no estén expuestos a ninguna pantalla por lo menos, hasta los dos años. A partir de esa edad, pueden hacer uso una hora, como mucho, y con contenidos de calidad y supervisados por los adultos a cargo.
Pedersoli agrega que está demostrado que un niño o niña expuesto a pantallas desde los primeros meses sufre una desregulación a nivel del sistema nervioso central que le afecta la atención, la memoria, el alerta y la conducta. Y enfatiza que asistimos a una generación de “adictos en pañales” porque, “al igual que una sustancia adictiva, como el tabaco o la cocaína, desde el punto de vista fisiopatológico, el uso abusivo de pantallas gatilla una cascada de reacciones en un circuito del cerebro que se llama mesocorticolímbico, que es donde está el sistema de recompensa”. Esto, a su vez, produce una “catarata de dopamina” que es lo que genera sensación de placer, algo que el niño o niña volverá a buscar una y otra vez. Con el tiempo, desarrollará lo que se llama “tolerancia” y precisará más tiempo de “consumo” para obtener el mismo efecto.